Google ha dado un paso importante en el campo de la computación cuántica al presentar su nuevo chip “Willow”. Este dispositivo puede resolver problemas en tan solo cinco minutos, una tarea que le tomaría a las supercomputadoras más rápidas del mundo hasta diez cuatrillones de años. Este avance promete revolucionar la tecnología computacional al incorporar principios de la física de partículas para crear una nueva generación de máquinas increíblemente poderosas.
Sin embargo, expertos señalan que Willow aún es un proyecto experimental, lejos de ser una computadora cuántica capaz de abordar problemas prácticos del mundo real. La computación cuántica requiere condiciones extremas y un diseño completamente diferente al de las computadoras tradicionales. Pese a sus limitaciones actuales, el chip podría sentar las bases para aplicaciones como el diseño de medicamentos, el desarrollo de baterías avanzadas y el análisis de sistemas complejos.
Un avance crucial logrado con Willow es la mejora en la corrección de errores, un obstáculo clave en la tecnología cuántica. Google asegura que su chip reduce la tasa de errores a medida que aumenta el número de cúbits, superando un desafío técnico que persistió por casi 30 años. Aunque esto representa un gran progreso, la empresa admite que todavía falta mucho para alcanzar el nivel necesario para aplicaciones comerciales a gran escala.
Especialistas advierten que, aunque Willow es un logro significativo, es importante no exagerar sus capacidades. Según el profesor Alan Woodward, de la Universidad de Surrey, las computadoras cuánticas no reemplazarán a las tradicionales, pero sí serán superiores en ciertas tareas. Google también subraya que su desarrollo aún está en una etapa inicial y que un dispositivo plenamente funcional podría estar listo hacia finales de la década.