El 9 de diciembre se conmemora el Día Internacional contra la Corrupción, una jornada que este año resalta el rol fundamental de los jóvenes en la lucha contra este fenómeno que afecta tanto a las instituciones como a la sociedad en su conjunto.
La corrupción no solo distorsiona los procesos democráticos y judiciales, sino que también frena el desarrollo económico y amplifica las desigualdades. Según la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, adoptada en 2003 y en vigor desde 2005, combatir este fenómeno requiere esfuerzos coordinados de gobiernos, empresas, ONG, medios y ciudadanos.
Esta Convención destaca la importancia de unirse para erradicar la corrupción y construir un futuro más equitativo. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) lideran los esfuerzos globales con campañas que buscan crear conciencia sobre las repercusiones de la corrupción y la necesidad de fortalecer los valores éticos en todos los niveles de la sociedad.