El hígado cumple funciones vitales para el equilibrio del cuerpo humano: produce bilis, sintetiza proteínas, regula el metabolismo y procesa nutrientes. Por eso, mantenerlo sano es fundamental, y una alimentación adecuada se vuelve una gran aliada. Según especialistas citados por el sitio *Study Finds*, ciertos alimentos y bebidas pueden proteger este órgano y prevenir enfermedades hepáticas.
Entre las bebidas recomendadas se destacan el café, que con tres tazas al día puede reducir el riesgo de cirrosis y de muerte en personas con patologías hepáticas, y el té verde, cuyo consumo frecuente se asocia a una menor incidencia de cáncer de hígado. El jugo de remolacha, por su parte, aporta antioxidantes y nitratos que disminuyen la inflamación y los daños oxidativos.
En cuanto a los alimentos, el pomelo es uno de los más recomendados gracias a sus antioxidantes, que reducen la inflamación y frenan el avance de la fibrosis hepática. Los arándanos, las cranberries y las uvas también se destacan por su capacidad antioxidante, además de prevenir el daño a las células hepáticas.
Por último, los pescados grasos como el salmón, la trucha o la caballa, ricos en ácidos grasos omega-3, ayudan a reducir la grasa en el hígado y la inflamación. Incluirlos con regularidad en la dieta puede marcar una diferencia significativa en la salud hepática a largo plazo.