Desde este miércoles, el precio de la carne vacuna en Jujuy aumentará un 20%, lo que supone un nuevo golpe al bolsillo de los consumidores. Los carniceros de la provincia atribuyen el incremento a la menor oferta de hacienda en el mercado, que ya había provocado subas en semanas anteriores. Mientras algunos comerciantes intentan absorber parte del aumento para no perder clientes, otros no tienen alternativa más que trasladarlo directamente a los precios.
El impacto en la vida cotidiana de los jujeños es innegable. Para muchas familias, la carne vacuna es un alimento esencial, y la escalada de precios las obliga a replantear su dieta. En este contexto, el pollo y el cerdo se han convertido en opciones más accesibles, con una demanda en alza.
El asado, infaltable en las reuniones familiares, también se resiente: pasará de costar $13.200 a $14.000, mientras que otros cortes como el peceto y el lomo superarán los $15.000. Con el consumo de carne vacuna en su nivel más bajo en casi tres décadas, la tendencia muestra un cambio en los hábitos alimenticios, donde las alternativas más económicas cobran protagonismo.
Las proyecciones para el resto del año no son alentadoras. Factores como la sequía podrían reducir aún más la oferta de ganado, manteniendo la presión sobre los precios. Mientras tanto, los jujeños enfrentan el desafío de adaptar su alimentación a un escenario económico cada vez más complejo, donde llevar carne a la mesa se convierte en un esfuerzo mayor.
