Las redes Wi-Fi domésticas siguen siendo un blanco frecuente para conexiones no autorizadas: usuarios ven aparecer en la lista de dispositivos del router equipos que no reconocen y, en algunos casos, sospechan que un vecino o un actor malicioso está aprovechando credenciales débiles. Las autoridades de ciberseguridad recomiendan supervisar regularmente la lista de «dispositivos conectados» del router y tomar medidas al primer indicio de intrusos para evitar riesgos mayores (desde pérdida de velocidad hasta exposición de datos).
Si detectás un dispositivo extraño, la reacción más efectiva y rápida es cambiar la contraseña de la red inalámbrica (SSID) y la clave de administrador del router por contraseñas largas y únicas; esto automáticamente desconecta a cualquier equipo que use la clave anterior. También conviene forzar la reconexión de los dispositivos legítimos (olvidar la red y volver a conectarse) y asegurarse de que la encriptación esté en WPA2 o, mejor aún, WPA3 si el equipo lo soporta. Estas medidas son la primera línea de defensa recomendada por especialistas y guías técnicas.
Además de cambiar claves, es recomendable revisar y ajustar opciones del router: desactivar WPS (un método cómodo pero vulnerable), cerrar el acceso remoto y UPnP si no se usan, y habilitar una red de invitados para visitas o aparatos «no confiables». Activar controles de acceso —como listas blancas/negativas por dirección MAC— puede ayudar, aunque no es infalible (las MAC pueden falsificarse), por lo que debe combinarse con las otras barreras. Mantener el firmware del router actualizado y revisar los registros de acceso reduce la probabilidad de que un atacante explote fallos conocidos.
Si, pese a todo, los intrusos reaparecen, las fuentes sugieren un reinicio de fábrica del equipo y la reconfiguración desde cero (cambiando SSID, contraseñas y opciones inseguras). Cuando los problemas persisten, contactá al proveedor de internet o considerá reemplazar equipos muy antiguos por modelos con soporte de seguridad actual; por último, realizar chequeos periódicos y anotar los dispositivos habituales te ayudará a detectar más rápido cualquier conexión ajena

