El mate, una infusión popular en Argentina y otros países sudamericanos como Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil, a menudo es relacionado con problemas de acidez estomacal. Sin embargo, no hay evidencia científica sólida que demuestre un vínculo directo entre el consumo de mate y la acidez. Especialistas sugieren que la cafeína presente en la yerba mate podría ser un factor contribuyente, especialmente cuando se consume en grandes cantidades y durante largos períodos.
Algunos estudios, como uno realizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, señalan que la mucosa gástrica puede sufrir daños si sus defensas son superadas por sustancias dañinas. Factores como la infección por Helicobacter pylori, el uso de antiinflamatorios, el consumo de alcohol y tabaco, el estrés y la predisposición genética pueden influir en la aparición de gastritis. Sin embargo, el Instituto Nacional de la Yerba Mate asegura que la infusión de yerba mate, por sí sola, no altera la mucosa gástrica.
Para quienes experimentan acidez al consumir mate, se recomienda tamizar la yerba para eliminar el polvillo y utilizar agua a una temperatura entre 70 y 85 grados Celsius, en lugar de hervida. Además, se pueden agregar ciertas hierbas al mate para reducir el riesgo de acidez. La manzanilla, por ejemplo, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar la inflamación del esófago. Otras hierbas como la peperina, el poleo y el cedrón también son recomendadas por sus beneficios digestivos y propiedades calmantes.
Además, se sugiere optar por yerba mate orgánica, que no contiene fertilizantes ni plaguicidas sintéticos, lo cual podría ser más suave para el sistema digestivo. En cuanto a la cantidad de mate que se debe consumir, se recomienda no exceder un litro por día, debido a su efecto diurético que podría causar deshidratación. Es importante tener en cuenta que, al contener cafeína, el mate puede afectar el sueño si se consume después de las seis de la tarde.