Al organizar un viaje internacional, es importante saber que los menores de 18 años necesitan una autorización especial para salir del país en ciertos casos. Este permiso, firmado por los padres y legalizado, es obligatorio si el menor viaja solo, con uno de los padres o con un adulto que no sea alguno de sus tutores legales. Sin este documento, no podrá abordar el transporte o cruzar la frontera.
Existen dos formas principales de gestionar estas autorizaciones: a través de la Dirección Nacional de Migraciones o mediante un escribano. En ambos casos, se ofrecen opciones rápidas para quienes necesiten resolverlo con urgencia, incluso el mismo día del viaje. Por ejemplo, Migraciones cuenta con un trámite instantáneo disponible en aeropuertos, pasos fronterizos y puertos. Esta gestión tiene un costo de $9.500 y se completa en dos horas.
Por otro lado, los escribanos también ofrecen servicios rápidos, incluyendo permisos a distancia o en feriados. Aunque el costo total asciende a unos $53.000, permite incluir a varios hijos y personalizar las condiciones del viaje, como destinos, acompañantes autorizados y vigencia del permiso. Según expertos, esta modalidad ofrece mayor seguridad jurídica por el respaldo profesional.
Para viajes con ambos padres, no se requiere permiso especial; basta con presentar documentos que acrediten el vínculo, como partida de nacimiento o libreta de matrimonio. Sin embargo, en casos de separación o fallecimiento de uno de los progenitores, se deben cumplir requisitos específicos para permitir la salida del país del menor.
Planificar con tiempo la autorización de viaje es ideal, pero las alternativas actuales permiten resolver imprevistos de manera rápida y efectiva, garantizando la tranquilidad de las familias al emprender sus viajes internacionales.