La nueva temporada de Gran Hermano debutó en Telefe con la presentación de 24 participantes, entre ellos una concursante trans que había sido solicitada por las redes sociales. A pesar de los esfuerzos de la producción por generar expectativa con filtraciones previas en X (antes Twitter), el estreno no logró destacarse. Con 17.5 puntos de rating, marcó el debut más bajo en la historia del reality en Telefe, incluso por debajo de ediciones previas como las de 2022 y 2023.
El bajo rendimiento en audiencia generó preocupación entre las autoridades del canal, que rápidamente implementaron estrategias para dividir los números, como la inclusión del segmento Espiando la casa a partir de la medianoche. Sin embargo, esta caída también reflejó un menor interés en redes sociales y entre creadores de contenido, quienes redujeron su presencia en más del 50%, afectando la interacción que tradicionalmente impulsa al programa.
En un intento por contrarrestar las críticas, Telefe organizó una actividad previa al estreno en la que 20 periodistas e influencers mediáticos ingresaron a la casa para tomar fotos y adelantar contenido. Sin embargo, esta estrategia generó descontento entre streamers y creadores independientes, quienes históricamente han sido clave para mantener la relevancia del programa. La falta de inclusión de estos creadores en las iniciativas oficiales fue ampliamente cuestionada.
Con una temporada anterior que promedió 17 puntos de rating, el desafío para Gran Hermano 2024 será mantener la audiencia en un escenario donde las críticas y la falta de innovación ya están marcando el ritmo.
