Un reciente informe de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha arrojado cifras alarmantes sobre el impacto de las especies exóticas en la biodiversidad global. Según este estudio, las especies exóticas introducidas por los seres humanos son responsables del 60% de las extinciones de plantas y animales a nivel mundial.
Uno de los hallazgos más impactantes es que actualmente existen alrededor de 37.000 especies exóticas en el mundo, de las cuales más de 3.500 se consideran «invasoras» y «dañinas» debido a los efectos «irreversibles» que tienen en los ecosistemas y en la calidad de vida en la Tierra.
Aníbal Pauchard, copresidente del informe, advierte que estas especies exóticas invasoras son un «factor determinante» en el 60% de las extinciones globales registradas hasta ahora. Además, al menos 218 especies exóticas invasoras han sido responsables de más de 1.200 extinciones locales.
Los impactos negativos de estas especies van más allá de la biodiversidad, afectando también la calidad de vida de las personas. Casi el 80% de los impactos documentados de las especies exóticas invasoras tienen efectos negativos en la naturaleza, como el daño a los suministros de alimentos. Por ejemplo, el cangrejo verde europeo ha afectado los bancos comerciales de marisco en Nueva Inglaterra.
Además, estas especies también propagan enfermedades como la malaria, la fiebre del Zika o del Nilo Occidental a través de mosquitos exóticos, como el Aedes aegyptii.
A pesar de estas alarmantes cifras, el informe también destaca que las medidas adoptadas para abordar este problema son insuficientes. Solo el 17% de los países cuentan con leyes o normativas que abordan la gestión de las especies exóticas invasoras. Esto subraya la necesidad urgente de una acción global para frenar la propagación de estas especies y proteger la biodiversidad de nuestro planeta.