Hoy, 23 de octubre, se celebra el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil, una jornada internacional impulsada por Save the Children junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el propósito de visibilizar y actuar frente a una realidad alarmante: cada día fallecen miles de niños menores de cinco años por causas que pueden prevenirse.
Las principales causas de mortalidad infantil incluyen la neumonía, la diarrea, la desnutrición, y complicaciones durante el parto, tanto para los niños como para las madres. Estas muertes se concentran en regiones como el África Subsahariana y el sur de Asia, donde uno de cada 12 niños no llega a los cinco años de edad.
Aunque desde 1990 se han logrado avances sustanciales en la reducción de la mortalidad infantil, los obstáculos siguen siendo considerables: el acceso limitado a atención prenatal y postnatal, la falta de inmunización masiva, la carencia de agua potable y saneamiento, así como la inseguridad nutricional permanecen como barreras fundamentales. En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, se propone que la tasa de mortalidad de menores de cinco años sea inferior a 25 por cada 1 000 nacidos vivos, y que la tasa neonatal caiga por debajo de 12 por cada 1 000.
En este día se hace un llamado urgente tanto a los gobiernos como a la sociedad civil, comunidades locales y organismos internacionales para intensificar las intervenciones que ya han demostrado ser efectivas: potenciar la lactancia materna, garantizar vacunaciones universales, mejorar el acceso al agua y saneamiento, y reforzar los sistemas de salud en zonas vulnerables. Solo con un compromiso colectivo sostenido será posible que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de crecer sanos, seguros y con plenitud de vida.
