Cada 28 de octubre se celebra el Día Mundial del Judo, una disciplina que trasciende el deporte para convertirse en una filosofía de vida basada en el respeto, la disciplina y la superación personal. La fecha fue instaurada por la Federación Internacional de Judo (IJF) en conmemoración al nacimiento de Jigoro Kano, fundador del judo, quien creó este arte marcial en 1882 en Japón con el objetivo de desarrollar tanto el cuerpo como la mente y el espíritu.
El judo, cuyo significado es “camino de la suavidad”, se fundamenta en la idea de aprovechar la fuerza del oponente en beneficio propio. Más allá de las competencias, promueve valores esenciales como la cortesía, el autocontrol, la humildad y la amistad. En muchos países —entre ellos Argentina— esta disciplina se practica desde edades tempranas en clubes, escuelas y asociaciones deportivas, como una herramienta educativa que forma en el respeto y la convivencia.
En esta jornada, distintas instituciones y federaciones de judo del mundo organizan exhibiciones, entrenamientos abiertos, torneos amistosos y charlas para difundir los principios que inspiraron a Kano. En Argentina, la Confederación Argentina de Judo suele aprovechar la fecha para destacar el rol de los profesores y el crecimiento de la práctica en las provincias, donde el judo se consolida como una opción integradora para niños, jóvenes y adultos.
El lema de este año, impulsado por la IJF, hace hincapié en la unidad y la paz a través del deporte, recordando que el judo no solo forma campeones sobre el tatami, sino también fuera de él. La conmemoración invita a reflexionar sobre cómo los valores del judo pueden contribuir a una sociedad más justa, respetuosa y solidaria

