El 30 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Traducción, una fecha que rinde homenaje a la labor crucial de los profesionales lingüísticos en todo el mundo. Estos expertos facilitan el diálogo entre naciones, promoviendo el entendimiento, la cooperación y contribuyendo al desarrollo global, así como a la paz y la seguridad internacional. La importancia de su trabajo radica en la traducción de obras literarias, científicas y técnicas, que permiten mantener la claridad y productividad en la comunicación pública y privada.
Esta conmemoración fue declarada oficialmente en 2017 por la Asamblea General de la ONU mediante la resolución 71/288, en reconocimiento al papel fundamental de traductores, intérpretes y terminólogos en la construcción de puentes entre culturas. Además, destaca la relevancia de estas profesiones para la preservación de un entorno positivo en el discurso internacional.
El Día Internacional de la Traducción coincide con la festividad de San Jerónimo, patrón de los traductores. San Jerónimo fue un sacerdote del noreste de Italia que, en el siglo IV, tradujo la Biblia al latín desde manuscritos del Nuevo Testamento en griego y hebreo. Su legado lingüístico es recordado cada año el 30 de septiembre, fecha de su fallecimiento en el año 420.