Cada 4 de marzo, Argentina celebra el Día del Hermano, una fecha que busca resaltar la importancia de los lazos fraternales y promover valores como la solidaridad y el compañerismo, más allá de los vínculos de sangre. Aunque el origen exacto de esta conmemoración en el país no está claramente definido, se ha establecido por costumbre y se diferencia de la celebración internacional, que ocurre el 5 de septiembre en homenaje a la Madre Teresa de Calcuta.
En Argentina, sin embargo, la celebración el 4 de marzo no está vinculada a un evento específico, sino que se ha adoptado como una tradición para destacar la relevancia de la hermandad en la sociedad.
Durante este día, muchas familias argentinas aprovechan la ocasión para reunirse y fortalecer los lazos entre hermanos, compartiendo momentos especiales y reflexionando sobre el rol fundamental que desempeñan en el desarrollo personal y emocional de cada individuo.
La celebración también invita a reconocer y valorar a aquellas personas que, sin compartir lazos consanguíneos, se consideran hermanos por elección, demostrando que la hermandad trasciende la genética y se basa en el amor y el apoyo mutuo.