El Gobierno nacional anunció la modificación del Código Alimentario Argentino mediante el decreto 35/2025, publicado en el Boletín Oficial. La medida tiene como objetivo principal facilitar las exportaciones e importaciones de alimentos, enfocándose en reducir trámites y regulaciones para los productos provenientes de países con altos estándares sanitarios. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, calificó la iniciativa como una «revolucionaria desregulación» y destacó su impacto en la economía nacional.
En el caso de los alimentos importados, la normativa permite el ingreso sin restricciones de productos con certificaciones emitidas en países como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, entre otros. Estos alimentos se incorporarán automáticamente al Código Alimentario Argentino, eliminando la obligación de registrar productos, establecimientos o envases. Según el ministro, esta flexibilización busca garantizar alimentos más accesibles para los consumidores locales.
Por otro lado, los exportadores argentinos también se verán beneficiados con una significativa reducción de exigencias. Según Sturzenegger, el Estado “deja de molestar” y limitará su rol a la emisión de certificados necesarios para cumplir los requisitos de los países importadores. Esto, afirmó, alivia las cargas administrativas sobre los productores nacionales, facilitando su inserción en los mercados internacionales.
La desregulación, sin embargo, no será total. Aquellos importadores cuyos productos no estén alcanzados por las nuevas excepciones deberán someterse a las verificaciones del Código Alimentario antes de comercializar en el país. La medida ha generado opiniones divididas, aunque desde el Gobierno aseguran que se trata de un paso clave para dinamizar el comercio y reducir costos.
