Limpiar la parrilla puede ser sencillo si se conocen los trucos adecuados. Por ello, es importante considerar ciertos pasos para hacerlo de una forma eficaz y sencilla. En primer lugar, quita la grasa y la mugre acumuladas. Realiza una limpieza profunda cada 3 o 4 meses para evitar la oxidación y asegurar un rendimiento óptimo. Aquí tienes tres trucos exitosos para dejar tu parrilla impecable:
Primero, usa cebolla o limón. Frota las rejillas con media cebolla o limón cuando la parrilla aún esté caliente. Esto desinfectará y desengrasará la superficie. Luego, limpia con un trapo.
Si la grasa está muy adherida, recurre a líquidos especiales para hornos. Rocía las áreas afectadas y deja reposar durante la noche. Al día siguiente, usa un cepillo de cerdas metálicas para eliminar los residuos.
Para una limpieza más profunda y ecológica, mezcla limón con bicarbonato de sodio. Sumerge un trapo en esta solución y pásalo por la parrilla. Un cepillo de cerdas metálicas también puede ser útil para eliminar la suciedad acumulada.
Si el óxido aparece, el vinagre será tu mejor aliado. Sumérgela en vinagre durante la noche o aplícalo generosamente. Al día siguiente, limpia cada varilla con un trapo humedecido en aceite neutro para disolver el óxido y restaurar el esplendor original de tu parrilla.
Siguiendo estos trucos, tu parrilla estará siempre lista para recibir a tus invitados y ofrecerles una experiencia culinaria inigualable.