El lavarropas es de los electrodomésticos más utilizados y su uso constante puede derivar en fallos que requieren atención inmediata. Entre los problemas más comunes se encuentra la pérdida de agua, visible en la parte inferior del aparato, lo que no solo indica un fallo técnico, sino que también incrementa el pago mensual del servicio de agua.
Las causas de estas fugas suelen encontrarse en la parte posterior del aparato, incluyendo defectos en la manguera de entrada de agua, la manguera de desagüe o sus conexiones. Revisar y mantener estas mangueras es crucial para prolongar la vida útil del electrodoméstico.
Además del cuidado de las mangueras, es esencial limpiar los filtros al menos dos veces al año para evitar la acumulación de cal y suciedad, lo que podría provocar obstrucciones y fugas. Otros factores, como la nivelación incorrecta de la lavadora, también pueden causar pérdidas de agua. Ajustar las patas del electrodoméstico puede prevenir este problema.
Sobrecargarlo con ropa o usar exceso de detergente son prácticas que pueden dañar el tambor y provocar fugas. Seguir las recomendaciones del fabricante sobre el peso máximo soportado y la cantidad adecuada de detergente no solo protege el electrodoméstico, sino que también optimiza el proceso de lavado.
Otro elemento que requiere cuidado es la puerta de la lavadora. Con el tiempo, la goma de la puerta puede desgastarse y romperse, permitiendo fugas de agua. Reemplazar esta goma es una solución efectiva, aunque implica un procedimiento más complejo.
