El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su compromiso con el acuerdo de paz alcanzado entre Israel y Hamas a comienzos de octubre, y aseguró que “nada va a poner en peligro el alto el fuego”. A pesar de los recientes bombardeos en la Franja de Gaza, que dejaron decenas de víctimas, el mandatario insistió en que el proceso de pacificación sigue en marcha y que su gobierno continuará actuando como mediador clave para estabilizar la región.
Durante una conferencia de prensa en Washington, Trump defendió el derecho de Israel a responder ante eventuales ataques, pero advirtió a Hamas que “debe comportarse o será eliminado”. Según explicó, la segunda fase del plan de paz ya comenzó, contemplando la liberación de rehenes y prisioneros, además del inicio de la reconstrucción de Gaza. El mandatario norteamericano destacó que la iniciativa “avanza más rápido de lo esperado” y que se mantiene el apoyo internacional al proceso.
El acuerdo, firmado el 9 de octubre en Sharm el-Sheij (Egipto), incluyó compromisos de cese al fuego inmediato y corredores humanitarios supervisados por Naciones Unidas. Sin embargo, en los últimos días se registraron nuevas ofensivas israelíes, que provocaron la muerte de más de un centenar de personas. Desde la Casa Blanca, voceros del gobierno estadounidense sostienen que la tregua continúa vigente y que los ataques “no alteran los términos del acuerdo”.
Organizaciones humanitarias advirtieron que el alto el fuego es extremadamente frágil, ya que los enfrentamientos no cesaron completamente y el acceso humanitario sigue siendo limitado. En ese contexto, Trump busca consolidar su rol como mediador global, aprovechando el impacto diplomático que generó el acuerdo. Su administración considera que el cumplimiento de las fases del plan permitirá sentar las bases de una paz duradera y una eventual administración interina en Gaza.
Aunque el anuncio genera expectativas, la estabilidad del pacto dependerá de la voluntad de las partes y del control internacional sobre las acciones en el terreno. Trump apuesta a que el alto el fuego sea el inicio de una etapa política más amplia, con participación de países árabes y supervisión de Naciones Unidas. Sin embargo, la continuidad de los bombardeos y el número creciente de víctimas civiles ponen en duda si la paz proclamada podrá sostenerse más allá de las declaraciones.

