El conflicto universitario se agrava mientras avanza la segunda jornada de paro docente y se aproxima la Marcha Federal Universitaria. El Gobierno convocó a los gremios del sector y ofreció un aumento salarial del 5,8% para el personal docente y no docente, en un intento por desactivar las protestas. Sin embargo, la respuesta de los sindicatos fue negativa, ya que consideran que el aumento propuesto no es suficiente frente a la Inflación y la pérdida salarial acumulada.
Además del reclamo salarial, los gremios exigen que se revierta el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada recientemente por el Congreso. Este veto ha generado gran descontento en el sector educativo, ya que afecta no solo los salarios, sino también el funcionamiento de las universidades y los recursos proyectados para 2025. A cinco días de la marcha, el conflicto sigue sin resolverse.
El Gobierno, por su parte, sostiene que la oferta salarial equipara los aumentos otorgados a los empleados públicos y que busca garantizar el normal funcionamiento de las universidades, evitando mayores interrupciones en las clases. Sin embargo, los sindicatos señalan que el aumento es insuficiente y que la deuda salarial supera los 50 puntos nominales. Para ellos, la oferta no responde a la magnitud del reclamo ni a la situación crítica del sector.
Con la marcha prevista, los gremios se preparan para endurecer su postura. La adhesión a las medidas de fuerza ha sido alta en las universidades, lo que refleja el amplio apoyo a las demandas del sector. Mientras tanto, el Gobierno enfrenta el desafío de frenar la manifestación y lograr un acuerdo que evite una mayor escalada del conflicto.