Con la llegada del frío, muchos conductores se enfrentan al problema de los vidrios empañados, una molestia que puede afectar la visibilidad y la seguridad al volante. Si bien existen productos específicos para combatir este inconveniente, un truco casero con un producto cotidiano ha ganado popularidad por su eficacia: la espuma de afeitar.
El método consiste en aplicar una pequeña cantidad de espuma sobre la parte interior del parabrisas y luego esparcirla con un paño seco hasta que desaparezca. Aunque no se note a simple vista, queda una delgada capa protectora que ayuda a repeler la humedad y evita la formación de vaho.
Este recurso funciona porque la espuma de afeitar contiene compuestos similares a los de los productos antiempañantes comerciales. Es económico, fácil de aplicar y puede durar varios días, dependiendo del uso del vehículo y las condiciones del clima.
Los especialistas recomiendan repetir el procedimiento una vez por semana durante los meses más fríos. Además, sugieren combinarlo con otras medidas preventivas como ventilar el auto regularmente y mantener los vidrios limpios para lograr mejores resultados.