Como anunciamos días atrás, un avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines sufrió un trágico accidente en Kazajistán, dejando un saldo de 38 muertos y 29 sobrevivientes. La aeronave, que despegó de Bakú con destino a Grozny, en Chechenia, fue desviada hacia Aktau debido a condiciones climáticas adversas antes de estrellarse y partirse en llamas. Las autoridades kazajas recuperaron la caja negra, y las investigaciones continúan para determinar las causas del siniestro.
Expertos y medios azerbaiyanos han sugerido que un misil ruso podría haber impactado el avión, hipótesis que fue tajantemente rechazada por el Kremlin. Dmitry Peskov, portavoz del gobierno ruso, instó a no especular antes de que se presenten las conclusiones oficiales. Por su parte, Azerbaijan Airlines aseguró que la aeronave había superado una inspección técnica completa en octubre.
Sobrevivientes del accidente describieron el caos vivido a bordo, afirmando que el piloto intentó aterrizar en varias ocasiones antes de la explosión final. Videos muestran a pasajeros saliendo de los restos de la aeronave, algunos con heridas visibles. Siete de los heridos ya están en condiciones de regresar a Bakú, mientras que otros permanecen hospitalizados.
El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, declaró un día de luto nacional en honor a las víctimas, la mayoría de ellas ciudadanos de Azerbaiyán, aunque también había rusos, kazajos y kirguís entre los pasajeros. Mientras tanto, expertos en aviación cuestionan las versiones preliminares, incluyendo posibles choques con aves y fallos técnicos, dejando abiertas múltiples líneas de investigación.