Cada 4 de noviembre, el mundo celebra el Día de la UNESCO, conmemorando la creación de esta organización internacional destinada a fomentar la paz y la cooperación a través de la educación, la ciencia y la cultura. Fundada en 1945, en el contexto de la posguerra, la UNESCO surgió con el propósito de prevenir nuevos conflictos globales y promover un entendimiento mutuo entre las naciones. Hoy, su labor se extiende a diversas áreas, reflejando su compromiso con la construcción de sociedades justas y pacíficas.
La fundación de la UNESCO tuvo lugar en Londres, cuando representantes de 37 países firmaron su constitución en un esfuerzo conjunto por evitar tragedias como las de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el organismo se ha consolidado como un referente en la promoción de la educación, el respeto a los derechos humanos y la preservación del patrimonio cultural, considerando estos aspectos esenciales para la estabilidad mundial. Su creación fue impulsada, en gran medida, por Francia y el Reino Unido.
Entre los principales objetivos de la UNESCO, destaca la erradicación del analfabetismo, asegurando el acceso a la educación para todos los niños y fomentando la libertad de prensa y la diversidad cultural. La organización también se enfoca en la libre circulación de ideas a través de medios audiovisuales y en la creación de políticas científicas que favorezcan el desarrollo humano. Este compromiso se materializa en proyectos y acuerdos que buscan un crecimiento equilibrado y respetuoso a nivel global.