La caída del cabello dejó de ser solo un problema estético para convertirse en una preocupación médica creciente. Aunque es normal perder entre 50 y 100 pelos al día, la alimentación puede ser clave para reducir esta pérdida. Los expertos coinciden en que una dieta rica en vitaminas y minerales, combinada con cambios en el cuidado del cabello, puede marcar la diferencia en la lucha contra este problema.
Cristina Morante, directora médica en salud capilar de MC360, destacó la importancia de nutrientes como el hierro, la biotina, la vitamina D, el magnesio, el zinc y el ácido fólico. Estos elementos fortalecen los folículos pilosos y estimulan el crecimiento capilar. Las carnes rojas, pescados azules, huevos y vegetales de hojas verdes como espinaca y rúcula son alimentos esenciales para incluir en una dieta equilibrada, ya que aportan proteínas y antioxidantes que favorecen la salud capilar.
Por su parte, Roberto San Antonio-Abad, presidente de COFENAT, recomendó sumar alimentos como nueces, zanahorias, lentejas y trucha, ricos en vitaminas B, A, hierro y zinc. Estas opciones no solo fortalecen el cabello sino que también mantienen en buen estado las glándulas sebáceas que rodean los folículos pilosos, evitando su debilitamiento.
Además de la alimentación, cambios en los hábitos diarios son fundamentales para prevenir la caída del cabello. Cepillar el pelo regularmente, exfoliar el cuero cabelludo y usar shampoos específicos para cada tipo de pH son prácticas recomendadas. Asimismo, limitar el uso de planchas y secadores evita dañar las fibras capilares. Con una combinación de cuidados internos y externos, es posible fortalecer el cabello y reducir significativamente su caída.
