Cada 19 de marzo se conmemora el Día del Artesano y la Artesana, una fecha dedicada a reconocer el trabajo de quienes, con sus manos y creatividad, transforman materiales en piezas únicas que reflejan la identidad cultural de sus comunidades.
El origen de esta celebración está ligado a San José, considerado el patrono de los artesanos debido a su oficio de carpintero. Sin embargo, más allá de su vínculo religioso, la fecha destaca la importancia de la artesanía como expresión cultural, económica y social.
La artesanía no solo es un medio de sustento para miles de personas en todo el mundo, sino también una forma de preservar tradiciones ancestrales que se transmiten de generación en generación. A través de técnicas como la cerámica, el tejido, la talla en madera, la orfebrería y muchas otras, las y los artesanos plasman conocimientos heredados y, en muchos casos, innovan con nuevos diseños y materiales.
A pesar de su valor cultural, el sector artesanal enfrenta múltiples desafíos, como la competencia con la producción industrial masiva, la falta de reconocimiento y el acceso limitado a mercados justos. En este contexto, el Día del Artesano y la Artesana es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de valorar y apoyar estos oficios, promoviendo su reconocimiento y sostenibilidad en el tiempo.